
Open House Zaragoza te propone recorrer Zaragoza desde el tranvía, observando lo que te rodea de una manera diferente. En los cuarenta minutos que dura el viaje completo sabremos más de la historia que atesora la cuidad y que nos muestran sus edificios. Además, recordaremos la huella de cineastas y actores en diferentes localizaciones urbanas por las que pasaremos que fueron platós de películas, como el rodaje de la salida de misa del Pilar de 1899. Luego, cuando en tu día a día tomes el tranvía para ir a trabajar o para cualquier otro desplazamiento podrás revivir lo que has aprendido y contárselo a tus amigos.
RECORRIDO EN TRANVÍA – ARQUITECTURA Y LOCALIZACIONES CINEMATOGRÁFICAS
Hoy en día, la línea de tranvía recorre la ciudad de Zaragoza de norte a sur. Adoptamos este medio de transporte como generador de una nueva forma de comunicación. El transporte urbano facilita una dimensión espacial y, pensamos, nos permite también dotarlo de una nueva dimensión cultural. El tranvía siempre discurre por un mismo trazado, siempre con tiempos muy pautados, recorre gran parte de la ciudad; y nos ayuda a atisbar y tomar nota de una serie de hitos que a veces nos pasan desapercibidos y que forman parte de nuestro hábitat cotidiano.
Una manera de ver y mirar a través del cristal para desarrollar un punto de vista hacía la ciudad donde la arquitectura y la historia de los edificios y espacios libres no puede desvincularse del contexto urbano en el cual está insertada. Una manera de conocer la ciudad a través del propio medio construido y de las interacciones físicas y sociales que en él se producen.
Existen a lo largo de la historia algunos ejemplos que se nos presentan como claros modelos de recorrer la ciudad para mostrarla a quienes buscan algo más que un simple desplazarse utilitario y funcional.
Uno de ellos podría ser la maravillosa experiencia de Nanni Moretti en la película Caro Diario, del año 1993. A través del episodio ‘En vespa’ (esa vespa que se identifica tanto con Roma), nos lleva a dar un largo paseo por la ciudad para descubrir los edificios romanos. Recuperando el valor de mirar y observar de manera intencionada los contextos urbanos y la arquitectura de nuestra cotidianeidad, convirtiendo los paisajes habituales en experiencias sorprendentes capaces de abrir nuevos diálogos. En la línea más concreta de nuestro itinerario Open House, dentro del mundo del cine, Luis Buñuel nos invita a conocer la ciudad de México montados en un tranvía. Se trata de su película del año 1953 ‘La ilusión viaja en tranvía’. En ella, en un viaje de despedida del tranvía que va a ser sustituido por un trolebús, diferentes, particulares y variados viajeros pueden descubrir la ciudad de México que se cuela por sus ventanillas, permitiendo conocer los edificios que nos sorprenden entre las calles de sus barrios más populares.
El tranvía en la ciudad ha tenido, a lo largo de la historia, un papel muy significativo en Zaragoza. En 1904, el fotógrafo y cineasta Ignacio Coyne, llevó a cabo en el año 1905 un novedoso travellling, tomando imágenes desde un tranvía en un recorrido por las riberas del Ebro, el Coso, la Plaza de España y el Paseo de la Independencia, plasmando en él una ciudad en cambio. Su objetivo fue probablemente a un tiempo experimental, fotográfico y divulgador de esa nueva ciudad de principios de siglo XX.
Será unos pocos años más tarde, 1908, cuando la Diputación de Zaragoza decida editar en un libro los artículos escritos en 1905 por el periodista, escritor, e historiador aragonés José García Mercadal (hermano mayor del arquitecto Fernando García Mercadal) en los que lleva a cabo un reportaje periodístico del viaje urbano y cotidiano, por los cinco trayectos con los que los tranvías de Zaragoza comunicaban los distintos barrios de la ciudad. Este libro titulado ‘Zaragoza en tranvía’ supuso una perfecta guía de la ciudad para todos los visitantes que ese año se acercaron a visitar la Exposición Hispano-Francesa que conmemoraba el Primer Centenario de los Sitios de Zaragoza, celebrada en los terrenos de la Huerta del convento de Santa Engracia, en la actual plaza de los Sitios, que supuso un lugar de desarrollo urbano y asentamiento de la burguesía local. García Mercadal describe aquí la ciudad desde el centro hasta sus límites, tomando las diversas rutas y paradas del tranvía como singladura. Hoy en día constituye un interesante, singular y especial documento para conocer las transformaciones urbanas, con sus edificios, calles, plazas y parques de entonces, vistos a través de la ventanilla de un tranvía como un verdadero escaparate en movimiento. El tranvía pasa a ser un mirador desde el que mirar, registrar, anotar la realidad y que nos permite perfilar una imagen real y descriptiva de la ciudad. Su propuesta que combina periodismo y divulgación histórica ciudadana, cartografía perfectamente la ciudad a través del tranvía, algo que después podrían hacer muchos de los visitantes de la ciudad que, como los excursionistas del Centro Aragonés de Barcelona, pudieron disfrutar de un servicio especial del tranvía.
Tomando como referencia los precedentes descritos, los usuarios del que llamamos Tranvi-Arq podrán recorrer, a través de los railes entendidos como ‘huella en la trama urbana’, otra geografía que permite descubrir lo habitual como sorprendente.
El trayecto del tranvía comunica los barrios de Valdespartera, al sur de la ciudad, y Parque Goya, en la zona norte. El recorrido total cuenta con 19 paradas, lo cual supone un total de 18 tramos de viaje, en los que los edificios seleccionados son unas veces más que otras. Cuarenta minutos de recorrido de cada tramo completo. Recorremos la ciudad y su historia: desde las murallas romanas (siglo I a.C.) a la reforma del paseo de la Independencia, el relato de la ciudad nos presenta un total de 54 edificios que configuran el paisaje urbano.
Al mismo tiempo, varios lugares del itinerario urbano han sido localizaciones cinematográficas, como cuando en 1899 los Jimeno (padre e hijo) rodaron la que algunos historiadores afirman que es la primera película conservada del cine español, ‘salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza’. Avalados por estos hechos, nuestro viaje también recordará y teatralizará la imbricación entre el cine y la ciudad. Personas ilustres ligadas al mundo del cine tienen una huella común con Zaragoza, una raíz emocional y vivencial. Una ciudad que, cada vez más hermosa en su madurez, es el centro neurálgico de una red de comunicación con vocación de integrar creación e industria audiovisual en un único tejido que aúne a profesionales del medio. Ello ha supuesto que Zaragoza se conozca como Ciudad de Cine, convertida en un gran plató fílmico. En este sentido, parte de nuestro recorrido se vivirá como una road movie, para ir descubriendo más de las muchas historias que atesoran lugares que percibimos como habituales.
COORDINADORA DEL RECORRIDO
Belén Gómez Navarro | Doctora Arquitecta. Profesional con estudio propio. Docente. Investigadora. Luchadora. Mujer. Por ese orden o por cualquier otro. Algunos de mis trabajos se han quedado en el papel. Otros han sido construidos. En muchos casos las personas que los habitan, los utilizan, los miran, están a gusto con el resultado obtenido. A veces, gracias a su complicidad el resultado ha sido bueno. Otras, probablemente sea yo quien no ha estado a la altura. Pero de todos los trabajos (no solo los proyectuales) he obtenido importantes aprendizajes. En los últimos años, además, la docencia me permite analizar la profesión combinando mi mirada y la manera de entender el oficio, con la de los futuros jóvenes arquitectos. Y a mi me enriquece. Espero que a ellos también. Intento convivir con dignidad mi obsolescencia programada. Y espero con impaciencia los grandes logros de las nuevas generaciones de arquitectas que ya están empezando a llegar.